Las situaciones por las que tuvo que pasar José, Obrero de Nazaret, no fueron muy distintas a las de un trabajador cualquiera de nuestros días. Seguramente su trabajo no fue remunerado como merecía, seguramente tuvo que soportar jornadas agotadoras de sol a sol, sin duda su trabajo a veces, como sucede ahora, sería precario, a veces se vería obligado a trabajar en condiciones infrahumanas o incluso quedarse en el paro, sin tener ningún tipo de seguros que cubriera sus necesidades más elementales, con dificultades incluso para hacer frente a alguna desgracia imprevista y aun así, ahí tenemos a este trabajador ejemplar sin perder la paz, a quien todo el mundo hubiera querido que le realizara su encargo, dispuesto en todo momento a realizar la labor a él encomendada con plena responsabilidad y a plena satisfacción.
Qua são José ajude aos que trabalham pelo sustento de suas famílias!
Amém!
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