Conocido popularmente como “el Poverello”. Es el santo de la pobreza, de la sencillez y la alegría. Vivió el Evangelio de la manera más radical. Su definición de Dios es la más sencilla y maravillosa que pueda dar el más encumbrado teólogo: “Dios es la sencillez y la paz, es la alegría”.
Francisco Bernardone nació en Asís (Italia) a finales del siglo XII, en el seno de una acomodada familia de comerciantes de telas. Disfrutó de una infancia feliz, una adolescencia y una juventud plagadas de fiestas y sueños de gestas militares. De carácter alegre, jovial y desprendido, parecía que estaba hecho para triunfar en la vida, pero a pesar de las fiestas y el bullicio, él nunca olvidaba la honda educación cristiana que le había inculcado su piadosa madre, Madonna Pica. Ella le había llevado a bautizar, estando su padre de viaje de negocios, imponiéndole el nombre de Giovanni (Juan), pero al regresar su padre, no le gustó y se lo cambió por el de “el francesito”, que por entonces no era frecuente en Italia y que por derivaciones de la gente acabaría en Francesco.
Ai, si la Iglesia y cada un de nosotros se despojase valientemente de sus ropas y de tantas cosas que no construyen fraternidad y que no son conforme al evangelio... Ojalá el Señor haga sua obra en cada un de nosotros!
Hermanos de Jesus y de todos, tambien de todas las criaturas!...
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